Víktor ha decidido tomarse un tiempo
de reflexión. Se ha dedicado a ultimar detalles de su trabajo en Kamchatka para
poder cambiar y dedicarse un tiempo a otra cosa. Necesita una nueva orientación
laboral, creo que tiene cosas en mente, pero ocultas, a donde no se puede
llegar.
-Me gustaría quedarme algunos días más; quiero tener una visión de todo
esto. ¿Me admitís en casa, por algo más de tiempo?
La verdad es que no le podemos decir
que no, y tampoco es que nos moleste mucho; solo que necesitará adaptarse en muchos
niveles, demasiadas cosas nuevas, en especial el idioma. En casa no tiene
problemas pero en la calle no es lo mismo. Él está optimista.
-Tengo un buen nivel de inglés.
-Sí, como yo, “Label”, de caserío. Algo te valdrá pero menos de lo que
imaginas. Ésta zona de Europa necesita que pases un mínimo tiempo de escuela.
Si lo que piensas es quedarte más de una semana.
-Se me dan bien los idiomas. Me parece interesante la posibilidad de
estudiar idiomas que provienen del románico De momento no tengo problemas de
dinero, tengo algo ahorrado porque aunque ganaba poco lo que no hacía era
gastar, no tenía tiempo para gastarlo. Si controlo los gastos tengo para
algunos meses, participando en los gastos de la casa, no espero comer gratis.
Egoístamente me parece muy oportuno.
Puedo tener el maestro conectante en casa. El incordio de uno más en casa a
cambio de lo que puedo aprender. Y además es mi cuñado.
De paso le pediré consejo en cuanto a
los temas de Lyon; aquello necesita una solución.
También Vasili está preocupado con el
tema, no sabemos hasta dónde tendrá habilidad, medios o poder Louis de Funes
para poner orden en su casa, físicamente está en precario, y aunque la cabeza
le funcione el cuerpo no le responde como quiere. Necesita enfocar su sucesión
ya.
Tanya se encarga de las
comunicaciones con su padre y estamos esperando consejo, ideas, algo en lo que
podamos ayudar. Nos hemos ofrecido voluntarios para lo que puedan necesitar. Lo
mío pienso a veces que puede llegar a ser venganza; es que tengo buena memoria
y los recuerdos no se van.
En pocos días tenemos una respuesta.
Nos pide una intervención en Lyon para la que necesita un mínimo tiempo de
preparación; puede tener todo listo para dentro de cinco días.
Por nuestra parte no tenemos prisa y
lo podremos preparar con calma, total, se trata de una visita de un par de días
a Lyon a controlar la situación actual, solo que ésta vez con garantías de que
no nos va a suceder nada.
La incertidumbre del cómo se
encontrará Louis, lo que será capaz de argüir Philipe, nuestro flamante 2º de
abordo, y poder hacer un buen inventario de conectantes, afines y contrarios a
Louis. Vasili nos ha dejado ver la posibilidad de acudir con cierta información
que nos servirá para neutralizar la “rebelión” y aquello que pueda tener
Philipe en mente. De momento no nos concreta nada pero seguro que lo tendrá
bien pensado.
Con respecto a Víktor hemos ido
preparando un plan de estudios; de momento comenzamos con unas horas de
dedicación al castellano, todas las que esté despierto. Él por su parte, se ha
comprado un diccionario de bolsillo, y cuando sale a la calle ahí se va
intentando practicar lo poco que sabe, con el primero que pilla, lo van a
terminar conociendo en el pueblo.
Ha contactado con Gorka y sus amigos,
que tanto andan por Lezo como por Ore, y tiene pilladas sus horas y lugares de
costumbre, ya tiene una “cuadrilla”. Incluso alguna vez ha asistido a los
ensayos de grupo de teatro, la nueva obra que están preparando, solo que en
esta ocasión es en euskara. Otro idioma más si no tenía pocos, y no es romance.
Pero él puede, y parece que éste último no le desagrada, le encanta el
galimatías que hacemos con la conjugación de los verbos. Como diría él, “más
parecido a la geometría que a la gramática”.
Algunas mañanas se va en “Topo” a
Donostia, a pasear y tomar café, en algún lugar al aire libre si el tiempo lo
permite. De paso vigila por si descubre alguna posible conexión; va de pesca.
Pero de momento no ha pescado nada.
Tanya y yo pensamos que sería mucho
más efectivo el acudir a alguna academia, o pagar por unas clases particulares,
más que nada por aprender con alguien que tenga costumbre de enseñar, y no
hacerlo con nosotros; demasiada confianza no es lo adecuado para la enseñanza.
Pero lo estamos posponiendo porque lo de Lyon parece inminente. Lo dejamos para
la vuelta.
Hemos entrado en el mes de julio y
Vasili ha ultimado detalles. Podemos ir cuando nos venga bien y ésta vez no
vamos a ir a escondidas, todo está planificado.
Me extraña el término que ha empleado;
no ha utilizado controlado, no, ha sido planificado. O sea que tiene un plan
que “debe” salir bien. Estará controlado entonces, cuando lleguemos a
terminarlo correctamente, y seguro que hará falta una pequeña dosis de suerte.
-¡Oye Héctor! Mi padre ya sabe lo que se hace y si podemos ir es porque
no habrá problemas.
-Sí, tú fíate de tu padre, hermanita. Le puedes hacer caso pero no te
vendrá de sobra llevarte un par de ases en la manga.
-Vale. Me llevo a uno. Me llevo a Héctor.
-O sea. ¿Cuántos ases debo llevar? Por de pronto me llevaré algunas
lecciones conectivas bien aprendidas. Y cuarto y mitad de suerte.
Miramos los vuelos entre BIQ y LYS.
Encontramos plazas para mañana martes 3 de julio. Hacemos las reservas para el
martes por la mañana con regreso el jueves 6, debiera bastarnos pero por si
acaso lo dejamos abierto, no sea que suceda cualquier contratiempo. El
alojamiento lo resolveremos sobre la marcha, probablemente nos lo mirarán allá.
Hay que dejar algo sin planificar. Le pasamos la fecha a Vasili para que
concierte una reunión con Philipe Rossignol, el mismo martes por la tarde;
tendremos tiempo de dar un paseo previo por los alrededores, incluso podremos
localizar el alojamiento. Mi intención es la pedir a Dominique que nos encuentre
algún lugar de confianza, no vayamos a forzar mucho a la suerte.
Víktor ha decidido entrarle al toro
agarrándolo por los cuernos, que según lo explica es enfrentarse a los idiomas
por su base, enfrentándose a los nuevos idiomas por su base común, estructura y
vocabulario, en lo que coinciden las lenguas románicas. Va a meterse con el
castellano, francés e italiano a la vez., sin intentar memorizar, tan solo
entender, lo de la memoria es algo que termina cayendo ello solo, como si fuera
por aburrimiento.
Tiene teorías peculiares. Según él,
no recuerdas un nombre porque lo necesites o desees recordarlo, hay nombres que
recuerdas y otros no, y no es porque lo eliges, no sabes por qué así que ¿qué
más da?, lo que queda memorizado, memorizado está, y lo que no ya vendrá a su
tiempo; especular sobre ello es perder el tiempo. Sin presión todo llegará. Él
pone su parte e intenta aprender la palabra o el giro verbal; luego, sin
demasiado empeño, si agobios, si se queda, bienvenido será.
Lo que sucede con el cabrón de él es
que luego se acuerda de todo, así que lo que nos ha contado es un rollo
patatero. El tío es una máquina. Pero eso sí, lo de la pronunciación es de
chiste, en algo tenía que fallar.
Pero lo que pronuncia raro es
entendible, y eso es lo que vale. Lo que peor lleva es cuando intenta leer algo
y darle algún tipo de entonación, o cuando quiere pronunciar una nueva palabra
que extrae del diccionario, aunque en ellos aparezca el cómo se pronuncia.
Imagina la pronunciación y te viene con lo de:
-Oye. ¿Esto se pronuncia así? -. A veces nos sentamos, para no caernos
por la risa.
-Víktor, debes tener en cuenta la pronunciación, en especial en francés,
a veces cambia mucho de lo que aparece escrito. Los pájaros, por ejemplo.
-Me he dado cuenta, voy a comenzar aprendiendo lo que oigo, el cómo lo
oigo, que es lo que necesito, hablar, luego pasaré a lo escrito. El castellano
no tiene tanta diferencia.
-Hasta que hables con alguien de Andalucía.
El martes 3 de julio Kixkur nos lleva
a Anglet, donde se encuentra el aeropuerto de Bayona. Voy con los hermanos
Yurchenko, aunque sus pasaportes digan lo contrario. También voy con dos rusos,
aunque Tanya habla un francés y un castellano más que aceptables y tiene
también nacionalidad española.
Para media mañana estamos saliendo
del aeropuerto de Lyon, donde alquilamos un coche pequeño. No llevamos muchos
bultos. Yo conduzco y Tanya viene de copiloto, con el navegador que por si
acaso hemos traído encima. Víktor contempla el entorno, detrás, de paquete.
Le está costando acostumbrarse al
modo y maneras de vivir aquí, sobre todo en ciudad; demasiado rápido y complejo
para lo que estaba acostumbrado estos últimos años. Está en fase de adaptación.
Nos acercamos a donde trabaja
Dominique, a quien hemos pedido que nos ayude con el alojamiento, así que en
unos minutos nos plantamos en Crèmieu, un pueblecito que se encuentra a la
misma distancia que tenemos desde el aeropuerto a Lyon solo que en el sentido
opuesto, hacia el este. Una zona rural y tranquila. No sabemos si solo trabaja
o también vive aquí, no hemos quedado a una hora determinada con ella, la
llamaríamos por teléfono, pero ya que estamos y tenemos tiempo aprovechamos
para conocer los alrededores.
Encontramos sitio sin problemas en el
aparcamiento que hay cercano al ayuntamiento.
-Aquí tenemos un ejemplo de palabras distintas para un concepto, Víktor.
Ayuntamiento, Casa Consistorial en castellano y Mairie en francés -. Le digo en
convencional.
-¡Hola! ¡Aquí el planeta tierra llamando a Víktor! ¿Estás aquí?
Lo que es estar lo está, físicamente
a mi lado, pero desconozco dónde puede estar su mente. Parece encontrarse en
trance, bajo algún tipo de hechizo o encantamiento. Mira hacia el otro lado de
la calle y lo oigo susurrar algo en voz baja, en conectivo. Suena como a
“maravilla” “preciosidad” ¿Qué será lo que vera?.
Miro hacia donde él lo hace y no
aprecio nada especial. Bueno, sí, hay un pequeño coche, antiguo, descapotable;
me parece un MG, inglés, de los 70, o quizá pueda tratarse de un clásico, un Triunph
Spire Fire Special. Es una pieza de museo que me extraña ver en la calle.
-No sabía que te gustaran tanto los coches antiguos -. Dice Tanya.
-¿Qué? ¿Qué pasa con los coches? -. Reacciona Víktor volviendo al
planeta tierra.
-Qué sí, que a nosotros también nos parece un coche precioso. Y está
impecable.
-¿Coche? ¿Qué coche?
-Lo de “Precioso”, hemos pensado que lo dirías por el coche.
-¿Decir el qué? -. Esto es un auténtico diálogo de besugos.
-Te hemos oído la expresión “Maravilla” o similar.
Y en ese momento nos vuelve a
abandonar y se pasa al país de “Catatonia”.
Me vuelvo hacia lo que está mirando
para ver lo que antes no he visto. Veo el coche y una chica a su lado que antes
debía estar agachada o me la ha ocultado el árbol que tengo delante. Una chica
joven, morena, muy mona. Efectivamente, “Preciosa”. Ahora nos hemos dado cuenta
del fallo, era ella, no él. Tanya me sigue el pensamiento, nos miramos y
reímos.
Me parece percibir una señal, muy
débil, de comunicación, y no creo que provenga de Víktor porque vuelve a estar
colgado, puede que provenga de ella, no vemos que haya nadie más en las
cercanías ni dentro de otro vehículo.
Se mueve despacio, buscando algo que
ha debido dejar en el coche pero no consigo leer lo que piensa; recibo una
especie de ruido no definido. Parece que la Preciosa tiene algo de conectante;
como si fuera de muy bajo nivel; o nueva en la conectividad.
Notamos que Víktor ha comenzado a
hurgar en su cerebro, queriendo sacar algo en claro, y lo hace sin mover ni un
músculo del cuerpo, parece un poste videograbador. Vaya misterio.
Esto lo tenemos que investigar así
que la abordamos.
-Hola. Somos de fuera. Queremos contactar con una tal Dominique que
trabaja ahí, en el ayuntamiento. También es conectante, como nosotros, ¿No la
conocerás no?
Nos mira y pone cara de no haber
entendido todo. Lo que nos ha parecido se confirma, el nivel de conectividad es
bajo. Pero se ha debido enterar de lo suficiente.
-Dominique Languedoc es mi madre -. Dice en convencional pero saliéndole
algo en conectivo.
-Acabo de estar con ella y está esperando a alguien. ¿Sois vosotros?
-Efectivamente. Venimos de visita y también algo de trabajo. Queríamos
estar con ella por si había localizado algún lugar donde estar estos días, algo
familiar, baratito. No somos exigentes.
-Eso me ha comentado. Le he presentado la posibilidad de que vengáis a
mi casa. La comparto con una amiga pero estos días no está, así que hay sitio
de sobra. Teníamos dudas sobre si preferirías un lugar más serio, si esto os
parecería demasiado corriente, o preferiríais un hotel. Ahora que os veo no
tenéis pinta de muy pijos así que probablemente os gustará. El precio será
bueno, solo para cubrir gastos.
-¿Habías pensado sobre unos cien euros no?
-¿Qué haces hurgando en mi mente? ¿Qué falta de respeto es esa de mirar
lo que están pensando los demás? Es lo que menos me gusta de todos vosotros.
¡No tenéis educación!
Me ha pillado pero que bien pillado.
Tiene toda la razón. Lo que a veces hacemos no es correcto, somos unos
desconsiderados. Es algo que en adelante lo deberemos tener en cuenta.
-Te pido perdón. Alguna vez he pensado acerca de eso. Creo que tenemos
que aprender a no invadir la intimidad de los demás.
Parece que acepta las disculpas; ha
cambiado su expresión a más afable. Nos miramos los tres, Tanya ella y yo
porque Víktor está a otras guerras, no sabemos dónde y tampoco lo sentimos.
Ella nos habla en convencional pero también lo difunde en conectivo, justillo
pero se aceptable.
-¿Él viene con vosotros no? Parece callado.
La frase que dice en convencional no
corresponde con la que piensa, tanto lo que oigo en conectivo como su expresión
corporal. No le parece callado sino extraordinariamente atractivo, la expresión
sería “Perfecto”. Lo mira con ternura. Se le acerca y se presenta.
-Hola. Soy Annette -. Y le planta tres besos en las mejillas.
Él, pasa de sonrosado a rojo tomate
maduro. Quiere hablar pero no puede, está atascado.
-Víktor. Víktor Vodianov -.Consigue decirlo por fin.
-Annette, creo que necesita un poco de tiempo. Lo tienes encantado.
Esperemos que vuelva pronto a la normalidad, lo necesitamos en condiciones de
trabajo esta misma tarde. Mira si puedes hacer algo pero pronto por favor.
Ella sonríe, le hace gracia la
situación y está satisfecha; tiene encandilada a una persona que de entrada le
gusta.
-Bueno ¿Hace falta que estemos con Dominique o nos arreglamos nosotros?
-.Le digo.
-No hace falta, ya que estamos aquí podemos pasar por casa, está a unos
doscientos metros. Dejáis allá las bolsas, os acomodáis, tomamos un café, os
doy las llaves y luego, cuando se libre, vamos a por Dominique. Estará libre
para eso de las tres. La llamo y se lo digo.
Desconocemos hasta qué punto se habrá
enterado Víktor. Annette habla en convencional, en francés, y el conectivo que
antes le salía ya no sale, lo ha debido de cortar. A nosotros nos puede copiar
pero no sabemos el grado de atención que nos dispensa.
Ella deja el coche donde está y nos
vamos en el nuestro, por lo de las bolsas.
Llegamos enseguida, estaba al lado.
Un edificio hermoso, con jardín y buen espacio para aparcar dentro, sitio de sobra. Entramos y nos enseña lo que hay, es
una casa amplia. Dejamos las bolsas y le damos un repaso por nuestra cuenta.
Muy válida. Annette prepara café, y una infusión “relax” para Víktor.
-Tú eres el motivo por el que está así. Ya te ha dicho que lo
necesitamos en estado “normal” así que ya puedes ir pensando en cómo
arreglarlo.
-¿Cuántos años tiene?
-¡Annette, por favor! Hemos venido a trabajar. Vale, tiene treintaidós,
es médico y está pasando unos días de vacaciones en casa. Pero no nos vale de
nada tal como está.
Y no habla francés ni castellano.
-Te quedan el inglés y el conectivo.
-Dejadme un rato con él, a solas, y veremos lo que puedo hacer. Tiene
muy buena pinta, no parece que sea grave.
Espero que lo de buena pinta no se
refiera al estado actual, en plan tonto enamorado. Desde luego ha sido un
auténtico flechazo pero no sé si al corazón o a la zona razonadora del cerebro.
Ella sí que tiene buena pinta, y no solo por el físico; tiene una vitalidad que
contagia, no se deja pisar. ¿Y no quiere ser conectiva? Eso lo veremos.
Con la infusión en una mano y
llevando a Víktor de la otra se internan en su habitación y cierra la puerta.
Ni idea de lo que piensa hacer, ni aunque intente leerla.
Me quedo escuchando lo que pueda
recibir de Víktor, él sí está conectado pero da igual, no recibo mas que ruido
de fondo. Por si acaso sigo a la escucha, necesitamos una reacción. Reacción
que siento a los pocos minutos, siento que desaparece el ruido pero no suena
nada. Esta vez es él quien no deja que salgan los pensamientos, sin
desconectar. ¡Qué cabrón! No está muerto.
-Tranquilo Héctor. Vuelvo a ser yo. Ha sido solo un lapsus, enseguida
estaré listo para trabajar.
-¡Vaya susto! ¿Has conseguido hablar con ella?
-Sí. Bueno, más bien no. Mejor dejamos el tema para luego.
Creo que está pasando algo de
vergüenza. Tanya ha estado a las escucha y se esfuerza por no echarse a reír.
Ha presenciado en primera fila el impetuoso enamoramiento de su hermano.
Salen de la habitación. Se está
haciendo tarde así que salimos de casa hacia el ayuntamiento, al que llegamos a
las tres en punto.
-Yo os dejo porque tengo una reunión de trabajo, estaré en casa a partir
de las siete.
Nos saluda y se despide de Víktor con
un beso. Pero un beso de novios, en la mitad de los morros. Víktor la mira
marcharse pero sigue vivo, aquí, en la tierra. Vaya librada.
Al entrar en la zona de las oficinas
municipales del ayuntamiento ya están al tanto y nos esperan. Nos hacen pasar
directamente a un despacho pequeño donde hay sitio para sentarnos los tres,
pero poco más.
Nos presentamos. Yo me quedo
observando sus facciones, me recuerdan mucho a Louise.
-Sí, son muchos los que se dan cuenta del parecido. ¿Estás pensando en
Louise verdad? Es mi hermana; este mundo es un pañuelo, mi hermana es una joya.
Pero aparte del parecido físico hay
más coincidencias, de fundamento, control. Vendrá con los genes. Y parece que
se lo hayan transmitido a Annette.
Estamos hablando en convencional y,
como habla bajo, nos tenemos que acercar a su mesa.
No quiere hablar en conectivo por
seguridad, y tampoco quiere que nos oigan. Nos explica que de vez en cuando
hacen revisión de posibles micrófonos ocultos. Tanya me mira como
identificándome con ella, somos del mismo clan, “la teoría de la conspiración
permanente”.
Han trabajado bastante estos últimos
días debido a las solicitudes y planteamientos que les ha encomendado Vasili.
Ella, junto con Louise, tenían bastantes detalles atados; se han dedicado a
ampliarlos y, sobre todo, a conseguir pruebas.
Lo que ellas no podían hacer lo han
contratado a una agencia de investigadores privados-
-Primero os cuento lo que hemos hecho, luego os enseñaré las pruebas.
-O sea, que Kixkur y yo somos parientes tuyos.
-Lejanos, pero sí que lo somos. ¡Saludos primo!
Lo he dicho para romper el hielo,
hemos comenzado un poco tensos y he querido poner una atmósfera más
desenfadada. Comienza con el relato.
El Gran Maestre, Louis de Funes, está
bien, dentro de lo que cabe. Son bastantes años y tiene varias cosas jodidas
pero lleva algún tiempo teniéndolo todo bastante controlado; algunos altibajos
pero dentro de lo normal. Como maniobra de defensa hace creer que está peor,
para que le dejen en paz o no se metan demasiado con el modo de desempeñar su
cargo. Nos llevará a visitarlo pero primero debemos neutralizar a Philipe.
Philipe es un hijo de puta redomado,
eso sí, con unos poderes conectivos de lo más vulgar, mas bien muy justos. Se
cree el dueño de Francia. Tiene bajo coacción a la mayor parte del personal que
le rodea, sus seguidores; a unos les paga y a otros chantajea.
Posee bastante dinero, mucho, pero no
ha sido ganado por él, es de su mujer, lo recibió en una herencia; depende
económicamente de ella, por él solo tendría un buen sueldo pero no del nivel de
sus pretensiones.
Tiene entre las cuerdas a los dos
siguientes en la pirámide conectiva; se arriesgaron en una inversión inmobiliaria
hace unos años, con el boom de moda, y se empeñaron hasta las orejas. Cuando el
asunto explotó, Philipe se hizo cargo de las hipotecas, negociando el tema por
mediación de un amigo suyo, director de banco, quien le debía un favor. Ahora
tiene a su merced al director del banco y a los hermanos, los dos inversores
inmobiliarios de poca visión.
Se puede decir que es dueño de los
haberes de los dos, y los trata como esclavos; están peor que si se hubieran
arruinado. Arruinándose entonces ahora serían pobres, pero dueños de sus
decisiones.
Esto último nos dice Dominique que
está ya solucionado pero Philipe lo desconoce. Louis ha comprado la deuda en
una operación en la que Philipe no ha sido informado, el director del banco ha
colaborado en ello.
El primer paso debe ser el
comunicárselo a los hermanos Cordière, entregándoles los documentos legales
donde aparece que Philipe no es “su dueño”. De este modo podrán opinar y actuar
con libertad, bajo sus propios criterios. Louis no les obliga a nada, porque
los conoce y sabe que son personas rectas, gente de bien.
Otro de los trabajos realizados ha
sido el que han contratado a los investigadores sobre la vida privada de
Philipe. No ha sido muy hábil cubriéndose las espaldas o haciendo lo incorrecto
a escondidas, incluso ha llegado a alardear de lo que debiera haber ocultado.
Ha tenido varias relaciones
extramaritales, lo que se dice adulterio, vaya. En otra ocasión casi llega a
ser demandado por acoso, en el trabajo. Y últimamente ha visitado en bastantes
ocasiones un club de alterne. Los años también le pasan factura y no tiene el
dinamismo de cuando podía ligarse a cualquiera.
Todo esto está debidamente
documentado; hay hasta quien está dispuesto (dispuesta) a testificarlo ante su
mujer.
Con lo primero puede que le dejen de
apoyar sus fuentes personales, los hermanos Cordière.
Con lo segundo puede tener enfrente
la reacción de su mujer, que seguramente no le perdone.
Y como tercero, hay una serie de
operaciones fraudulentas en cuestiones de trabajo, dineros en negro por favores
en plan de concesiones en el ayuntamiento que le pueden suponer la pérdida de
empleo y presumiblemente cárcel. Hay documentos que evidencian haber hecho uso
de información privilegiada, concesión irregular de permisos, aceptación de “regalos”
fuera de toda normativa…
Con todo esto tenemos para que
abandone su puesto de trabajo actual y se retire, del trabajo y de la Logia.
Tendrá dinero de sobra si es que sigue con su mujer.
Le debemos plantear el que lo deje
todo y se vaya de aquí, a algún lugar lejano, como la isla de “La Reunión”,
donde podrá seguir hablando francés.
-Dominique. Me estás asustando. Quiero ser tu amiga, no te quiero como
enemigo.
-Yo únicamente soy el mensajero pero me alegro de poder participar en
algo que le vaya a poner los pies en su sitio a éste que nunca llegará a ser
“persona”.
Nos hemos quedado los cuatro
callados, asimilando lo que acabamos de oír. Menos Víktor. Necesita que se lo
contemos todo de nuevo, desde el principio.
-Entonces, cuando quieras quedamos con los Cordiére.
-Tenemos tiempo, son las cuatro y con ellos he quedado a las cinco, en
casa de Bernard.
-Entonces vamos a un lugar tranquilo y seguro y se lo contamos en un
momento a Víktor. Que por cierto, es el novio de Annette.
-¿De mi Annette? ¡Anda ya! ¿Enamorada? Imposible, eso lo tengo que ver.
Hacemos tiempo y le presentamos un
resumen a Víktor. En la conversación anterior se ha quedado con los nombres y
poco más, no ha podido entender la trama. Es importante que lo entienda porque
su cometido va a ser el de indagar lo que en el fondo estarán pensando los que
vamos a visitar, en especial Philipe; si son sinceros o hay posibilidades de
que el sí externo sea un “ya lo veremos” interno. De paso revisará lo que
piensan los Cordière, (con el permiso de Annete para inmiscuirse en las mentes
de los demás).
Cuando llegamos a casa de Bernard,
también encontramos allá a su hermano Antoine. Nos reciben con amabilidad pero
totalmente intrigados, lo notamos incluso antes de mirarles a la cara.
Hemos acordado en informarles
únicamente lo concerniente a lo que tienen hipotecado con Philipe, dejando los
demás temas de la reunión anterior para más adelante. Si todo funciona como
pensamos, no hará falta que conozcan el resto.
Tanya les explica lo que ha pasado
con sus hipotecas, lo que “alguien” ha hecho en el banco. Sus créditos actuales
han sido cancelados, pagados, por alguien de bien, quien, de momento, no quiere
darse a conocer, al menos a estas alturas del trato. Lo hará en breve, en su momento,
y ellos se alegrarán de que así haya sido, y de que haya sido él.
Lo va presentando despacio, dándoles
tiempo a asimilarlo. Miran de vez en cuando a Dominique, para confirmar que lo
que están oyendo es cierto. En ella confían.
Tanya continúa con la presentación
del plan de mañana.
A primera hora podrán confirmar en el
banco lo que ahora se les ha presentado. Para ello Dominique les facilita una
fotocopia del cambio de titular, donde se ha tachado la identidad de Louis.
Mañana verán los originales. Conocen al director y él se lo demostrará.
A continuación está convocada una
reunión especial en casa del Gran Maestre, una reunión conectiva de urgencia; a
las diez. Van a estar presentes todos los que pertenecen a la dirección de la
Logia de Lyon. En realidad están casi obligados a acudir. Allá conocerán más
detalles, nuevos, que van en la línea de lo que les ha ocurrido a ellos. Se
supone que serán de su agrado.
-Muchas gracias por vuestro grato recibimiento y haber escuchado con
atención nuestros planteamientos -. Termina Tanya.
Bajo mi punto de vista todo ha salido
a la perfección. Están impresionados y aún no lo han asimilado del todo, pero
se lo han creído, y se despiden saludando emocionadamente a Dominique. La
conocen y es garantía de que lo expuesto es verdad.
Víktor lo confirma. Todo bajo
control. Pero esta noche no van a poder dormir por la emoción.
Antes de marcharnos les damos alguna
indicación.
-Para cualquier cuestión que tengáis, no dudéis en poneros en contacto
con nosotros. Por favor, no llaméis al Gran Maestre ni a Philipe. Tampoco
podemos deciros más de lo que hoy habéis oído.
Y según Dominique les explicaba estas
cuestiones oigo un pensamiento que me preocupa “Muy majos pero muy pelmas”. Me
preocupa que lo hayan escuchado. Y no he sido yo, fijo.
-El comentario ha sido solo para nosotros -. Apunta Víktor. ¿Cómo coño
hace esto?
Ya en el exterior y a distancia de la
casa, donde no nos puedan oír, dejamos soltar las tensiones internas. Tenía su
cosa el cómo iban a reaccionar. Sí, debía ser así, tal como lo han hecho, pero
nunca sabes lo que va a suceder. Primer paso realizado.
-¿Cuándo tenemos planeado lo de Philipe? Para mí creo que puede ser
mejor hoy que mañana. Dejarle tiempo a que pueda recapacitar, pensarlo bien.
Que tome la decisión y duerma con ella. De este modo mañana estará menos
crispado que si lo hacemos entonces mismo, antes de la reunión.
-Quizá tengas razón Héctor. Veamos, concretamos lo que debemos decir hoy
y lo que se deja para la reunión de mañana. Voy a contactar ahora, para hoy, y
mientras nos acercamos a su casa lo repasamos.
Le ha costado contactar por teléfono
pero ha conseguido una cita. En su casa a las siete.
Por teléfono no le ha adelantado
quiénes vamos ni lo que se va a tratar.
Para cuando nos acercamos a su casa
hemos dejado todo claro; el qué y el cómo. La puesta en escena puede ser
importante.
Nos recibe una señorita ataviada con
ropa de servicio, a la antigua usanza. No se encuentra la señora. Nos hace
pasar al salón “de reuniones”.
Le oímos llegar y vemos que se queda
paralizado en el vano de la puerta. Va pasando la mirada por cada uno de
nosotros. No se lo puede creer.
-Creo que te interesa oír lo que te van a plantear. Es serio, en
especial para ti, Philipe.
Es Dominique quien ha comenzado la
conversación. Notamos que su cerebro está funcionando a cien, y esperamos a que
se decida a escuchar. Es de nuevo Tanya quien habla.
-Todo lo que te vamos a presentar está debidamente documentado, con
pruebas inequívocas, nos hemos asegurado de ello, así que si comienzas a dudar
de lo que decimos, o pretendes salir por la tangente, por donde no hay salida,
lo único que vas a conseguir es retrasar unos minutos lo inevitable; será más
tarde, por lo cual peor para ti.
Le deja un poco de tiempo para que se
vaya preparando a recibir malas noticias. Necesitamos una actitud receptiva.
Víktor nos confirma que podemos seguir. Sigue de nuevo Tanya.
-Faldas e Infidelidades. Aunque ha habido más, nos hemos centrado en
documentar solo tres. Una en el ayuntamiento, aquella que casi te cuesta el
puesto, que arreglaste con dinero y de la que tenemos declaraciones de
testigos, gente que te traiciona. Otra, una tal “Colette”, ya hace años. Y
luego están las salidas sueltas de estos últimos tiempos; no te las vamos a
explicar porque seguro que las conoces mejor que nosotros.
-Tu mujer. Sabemos que no te interesa enemistarte con tu mujer, así que
lo dejamos en tus manos. Vas a decidir tú lo que hacer, si contárselo o no,
pero nos quedamos con las pruebas.
Sí, efectivamente, es lo que estás
pensando, a esto se le llama chantaje.
-Corrupción. Hemos conseguido evidencias de varias de ellas. Desviación
incorrecta de fondos. Contrataciones ilegales. Tráfico de influencias. No me
extiendo más. Puedes comprobar todo esto en estas fotocopias.
Dominique le facilita una docena de
folios. Los examina y se pone a cien. Creo que le puede dar un ataque, de rabia
o de miedo. Víktor nos indica que esperemos un poco, tal como está no va a
atender debidamente. Le está costando asimilar lo que oye. No me extraña. Dos
minutos y Tanya sigue.
-Para mañana hay convocada una reunión especial, de urgencia, por el
Gran Maestre, en su casa a las diez. Estás obligado a acudir, a la vez que sin
duda te interesa estar presente. En ella se va a realizar una votación, o
varias, para rectificar o cambiar la dirección de la Logia.
-En ella vas a presentar tu dimisión -. Le indica Dominique.
Tanya le deja otro par de minutos
para que se reponga y prosigue.
-Lo siguiente que vas a dejar es tu trabajo en el Ayuntamiento.
Han sido dos frases pero le vemos
totalmente fuera de sí, se le está desmontando su vida, en unos minutos se le
está yendo todo por la borda, y no sabe cómo pararlo.
-Como conclusión. Te retiras de todo. Puedes aducir problemas de salud,
desde luego ahora no tienes buena cara –parecía una mosquita muerta esta rusa-
Lo mejor es que te vayas fuera para una temporada.
-Sí, para cien años a La Reunión -. Esta vez lo digo yo.
-¿Qué pasa con La Reunión? ¿Qué sabes tú de todo eso? -. Salta como un
poseído.
En este momento me encuentro
descolocado. Antes, en algún momento he oído lo de “La reunión”, sé que es una
isla, al lado de Madagascar, he leído artículos en revistas de montaña y
conozco sus posibilidades de senderismo y rutas exigentes. Lo que no sé es por
qué he salido con esto al aire. Me ha chocado a mí mismo el haberlo hecho.
Noto un flash, un reflejo conectivo,
alzo la mirada y veo a Víktor que me indica con la mirada que debo recurrir a
Dominique, él no ha sido. Me vuelvo hacia ella.
-¿Qué me has hecho? ¿Y cómo lo has hecho?
-Lo siento. No volverá a ocurrir. He sentido la curiosidad de probar
hasta qué punto te podía inducir sin que te dieras cuenta. Quería que le
dijeras algo así, para provocarlo.
-Te perdonaré cuando me enseñes a hacerlo.
-¿Qué estáis haciendo ahí, callados? Parece que estáis hablando pero no
lo hacéis-. Es Philipe dirigiéndose a Tanya.
-Están hablando entre ellos.
-No. Imposible. Eso no se puede hacer.
-Incorrecto. Te sucede que no has escuchado nada. Pero bueno, ¿Tú quién
te crees? Eres un puto ignorante conectivo que se cree un diosito.
-¡Y ese tonto! ¿Qué puede saber de La Reunión? -. Dice sin entender que
no se entera de nada.
-Ese que tú dices tonto es el motivo, y tú el culpable, de que caigas
del pedestal. Ese tonto que tú dices, es un “Aurillac”, descendiente en línea
directa de la familia de tus, para siempre, enemigos, los Aurillac. Su abuelo y
tu padre se odiaban a muerte; ahora, su nieto, te ha puesto donde deberías
estar. Por eso te envía, desterrado, a la isla donde tu mujer tiene a su
familia y sus nuevas tierras -. Es Tanya la que se lo explica.
-¡Pero! ¿Cómo podéis conocer todo eso?
-No te voy a decir el cómo, pero sí el porqué. Porque tú mismo te has
ganado tus enemigos.
-Hasta mañana a las diez –dice Dominique- Descansa hoy y prepara tu
capitulación de mañana.
A las ocho de la tarde salimos los
cuatro contentos y tranquilos. No tenemos la tensión con la que hemos entrado.
Creo que lo hemos hecho bien. Me queda la duda de si podrá preparar, o
intentar, algo nuevo para mañana. No parece pero cualquiera sabe.
-Creo que lo tiene bien claro. Se ha dado perfecta cuenta de que esto es
definitivo. De momento no ve opciones. Sabe que lo que hemos dicho es cierto,
no se engaña a sí mismo, y que está perdido. Necesita tiempo para poder
aceptarlo y comunicar mañana la única solución. Es lo que he visto ahora pero
el tío este es muy temperamental y puede cambiar. Yo lo vigilaría. Total, solo
son doce horas hasta la reunión-. Dice Víktor y puede que debamos hacerle caso.
La idea que propone es buena, solo es
cuestión de que alguien pase un poco de sueño. Alguien que no duerma para que
duerman tranquilos los demás. Podemos montar guardias.
-Yo me quedo hasta las once, y en adelante os arregláis vosotros ¿Qué os
parece? -. Propone Dominique, así, sin pensárselo dos veces – Total son tres
horas y puedo vigilar desde el bar.
No lo pensamos más. Volverá alguno de
nosotros para las once de la noche.
Nos vamos los tres a casa de Annette,
ya pensaremos algo.
Al llegar a casa de Annette nos
encontramos con la mesa puesta y la cena casi dispuesta. Antes de comenzar a
cenar no nos queda otro remedio que contarle lo que ha pasado. Si no lo hacemos
no hay cena, ha sido la amenaza.
Una vez terminado de contar, no
quiere quedarse sin participar en algo y le pide a Víktor que sean ellos los
que hagan la guardia siguiente, de las once en adelante, hasta lo que haga
falta. Parece que el amigo Philipe no es de su devoción.
Y no hay discusión. Va a ser su
“Primera noche juntos”.
Una vez terminados el relato y las
decisiones, pasamos a la cena. En ella participa Víktor, pero no cocinando,
sino de camarero llevador y traedor, quiere participar y lo de cocinar como que
no, aún es pronto, ya llegará, tiempo al tiempo.
A las once menos cuarto salen al
cambio de guardia.
-Vale con que venga alguien para las nueve. Si sale algo grave
llamaremos.
Media hora después pasa Dominique por
casa a informar. Parece que ha realizado varias llamadas de teléfono a personas
no relacionadas directamente con su problema, debe pensar que están al tanto.
Ha querido sondear lo que podían conocer de la reunión de mañana pero no tenían
ni idea, y alguno de los convocados no conoce el motivo, no se lo han
explicado, sorpresa. De momento nada que importune nuestro plan. Tranquilo
Vasili, la suerte nos acompaña.
Mientras nosotros intentamos dormir,
yo lo intento y Tanya duerme, Víktor y Annette pasan su primera noche juntos.
Entusiasmados y excitados; algo nuevo para los dos, pero pasa el tiempo, las
horas, y la falta de actividad es mala compañera.
Las primeras horas han transcurrido
tranquilas, apenas ha habido tráfico conectivo, así que se dedican a contarse
su vida, irse conociendo. Luego, el sueño campea a sus anchas, por lo que
deciden hacer turnos. Poder dormir algo cada uno.
-Espero enterarme cuando haya algo que escuchar, pero por si acaso, si
te das cuenta de que me duermo, me avisas -. Le dice Víktor.
-Pero para eso tendré que conectarme y ya sabes que prefiero no hacerlo.
-No es más que estar a la escucha, por si me duermo. Si ves que hay algo
me avisas, no hace falta que te pongas a oír o enterarte de todo. Solo avisar,
yo me encargo. Pero bueno, si no quieres hacerlo lo dejamos así, no es mi
intención obligarte a nada. Tranquila, intentaré no quedarme dormido.
-Lo haré. No me gusta pero lo haré. Lo que pasa es que tuve malas
experiencias, de niña, y no me encuentro a gusto en esa situación.
-Ahora estás hablando en conectivo conmigo.
-Pero no es lo mismo. Es que estoy un poco ofuscada con el tema. De
todas formas lo haré, y no por ti sino por ese hijo puta de Philipe.
-Pero solo esta noche, he prometido a Tanya que no debo utilizar el
conectivo sino dedicarme a aprender y practicar el castellano, o el francés en
éste caso.
-Vale, de acuerdo. En estas condiciones no tengo inconveniente en
conectarme. No creo ser muy hábil en esto pero haré lo que pueda.
-Sucede porque alguien no se molestó en prepararte a la conectividad
desde niña, a estar preparada para sus inconvenientes y poder defenderte.
-O no lo pudieron hacer. Tuve una infancia un tanto irregular y
tortuosa.
-Me alegro que no te opongas de plano; me gustaría que fuéramos una
pareja conectiva. Mira a Tanya y Héctor, son una pasada.
-Sí. Lo que son es peligrosos.
-Pues aún no han desarrollado todo su potencial.
No han tenido interrupciones
conectivas y se despiertan con la luz del sol. Salen a la calle y dentro del
radio de cobertura con Philipe localizan una panadería-pastelería-cafetería
donde desayunar.
Cuando llegamos donde ellos a las
nueve de la mañana están listos para el trabajo.
Me quedo con Tanya, de guardia,
mientras ellos se van a estirar los pies por los alrededores. Cuando salga
Philipe le seguiremos, supongo que a esta hora será directo a casa de Louis.
Las diez de la mañana del miércoles 4
de julio de 2012. La cita es en casa de Louis de Funes, Gran Maestre de la
Logia Conectiva Francesa con base en Lyon.
Justo en el momento en que se dispone
a salir de casa Philipe recibe una llamada telefónica. No oímos lo que le dicen
pero sí que leemos sus pensamientos al respecto y sus contestaciones. Esta vez
los cuatro, aunque Annette no llega a entenderlo tan claro como nosotros, es
normal en una novata.
Es el director del banco que le comunica
que los préstamos de Bernard y Antoine han sido cancelados. Los ha abonado una
persona de la que no le puede facilitar los datos pero que tiene todos los
documentos en su poder y a su disposición. El Banco es el que garantiza la
validez de la operación.
-Todo ha quedado legalmente documentado -. Es la frase del director que
queda fijada en la mente de Philipe, y la hemos recibido en sonido sensurround.
Creo que esto lo habrá diseñado
Louis, demasiado bien planificado para que haya sido una coincidencia. Ahora,
si tenía alguna duda acerca del resultado de la votación, se le habrá disipado.
Imposible ganar una votación con
éstas perspectivas, aunque sea para marcharse con la cabeza alta. Va a llegar a
la reunión totalmente humillado.
Cuando le seguimos hacia casa de
Louis notamos que se le pasa por la mente el no ir, darse la vuelta y meterse
en la cama. Esto no le puede estar pasando a él. Pero su curiosidad es mayor de
lo que le ronda por la mente y acude.
Aparcamos a la vista de él pero nos
ignora. No quiere vernos. Llegamos diez minutos tarde.
Están todos los convocados, a
excepción de Philipe y nosotros tres, Annette se queda fuera de la reunión,
aunque puede asistir de oyente, va a ser una sesión en abierto.
-Menos mal que habéis llegado, íbamos a comenzar sin vosotros.
Esto lo dice el Gran Maestre, quien
preside y dirige, pero es un decir, estaba al tanto de nuestras andanzas desde
antes de llegar al aparcamiento. Tendrá el cuerpo jodido pero la cabeza le
funciona como un reloj suizo.
-Sin más preámbulos, voy a ceder la palabra a nuestro amigo Philipe.
Creo que nos trae preparada una grata sorpresa -. El cabrón de él la denomina
“grata”. Será para Louis, claro.
-Sorpresa para algunos. Buenos días. Tras un espacio de tiempo en que me
he dedicado a reflexionar sobre mi vida, he llegado a algunas conclusiones que
han desembocado en cambios. Me ha llevado a tomar decisiones, que os las
planteo; son las que os atañen.
-He decidido retirarme de toda actividad conectiva, sea a nivel personal
como organizativo. Mi estado de salud me pide un cambio radical. Lo he
consultado con Sophie y nos vamos a ir a vivir a La Reunión, con sus padres y
familiares. Con fecha de hoy dimito de todas mis atribuciones y
responsabilidades en la Logia de Lyon.
De entre los doce componentes de la
organización en Lyon, hay ocho que no esperaban ésta declaración. Bernard y
Antoine al oírla entienden algo más la situación en la que se encuentran; si
tenían algún recelo ahora se les ha disipado. Los demás se quedan realmente
sorprendidos.
Louise se dirige a todos de nuevo.
-No creo qua haya que votar el que Philipe deje la Logia porque ha sido
él quien ha solicitado la baja. Nosotros podemos votar para aceptar su
solicitud. ¿Algún inconveniente? -. Nadie en contra.
-Ya que Philipe ahora ya no pertenece a la Logia, está de sobra en la
reunión así que le rogamos encarecidamente abandone la mesa y, por favor, salga
de la zona de cobertura conectiva, aunque tampoco nos importa que conozca lo
que aquí se vaya a decidir. No tenemos secretos.
Esto último es demasiado decir porque
si alguna organización tiene secretos es una logia; es todo un secreto en sí
misma. Pero el Maestre ha quedado bien para la galería, ellos doce y cuatro
oyentes más, nosotros.
Philipe no se esperaba una reunión
tan corta así que en quince minutos está ya fuera, dejando atrás toda su
dedicación de los últimos treinta años.
-Tenemos que agradecer la colaboración Ibero-Rusa. Su dedicación y
habilidades han conseguido poner en orden nuestros asuntos internos.
-Aunque vayamos a tratar temas internos, me parece adecuado dejarles
asistir a la reunión. ¿Os parece bien? -. Todos asienten, la mayoría totalmente
expectantes.
No hay inconvenientes y pedimos a
Annette que entre a la sala. Entra y se sienta al lado de Víktor, esto sí que
es una novedad para la mayoría de ellos.
No hay casi discusiones, Louis ha
traído esbozada la nueva estructura, en adelante “La Nouveau”.
Como resumen, la cúpula, el grupo
primero de la pirámide queda en manos de cinco personas.
Él como Gran Maestre y bajo él tres
ramificaciones.
Gran Maestre. Lous de Funes. Dos votos.
Logia Shene. Louise Moreau. Un voto.
Logia Rhune. Dominique Moreau. Un voto.
Logia Centre. Los hermanos Cordiére: Bernard y Antoine. Entre los dos un
voto.
-Bajo ellos os integraréis el resto. Esta parte de la nueva organización
está aún pendiente de seleccionar por lo que os pido participación, que cada
uno vaya pensando bajo quién quiere trabajar en adelante, así como plantear si
es que alguien quiere dejarlo ahora.
No lo pido, solo lo pregunto, para no
tener que volver a tratar el mismo tema dentro de unos días.
No hay sugerencias o cuestiones al
respecto por lo que se da por terminada la reunión.
Me he dado cuenta de un detalle. Que
yo conozca somos cinco los que descendemos de “Aurillac”, aquí en la casa. El
Gran Maestre, Dominique, Louise, Annette y yo. No sé si habrá más entre los
demás participantes. Me lo apunto para su investigación.
-No, los demás no son de esta rama -. Es Louise quien me lo confirma.
Está a todas.
-O sea que estamos en familia -. Dice Víktor.
-Sí, cuñado -. Le respondo.
Para las once y media hemos
terminado. Observo que cuando Víktor habla con Annette se esfuerza en decir lo
que pueda en francés, palabras sueltas, y muy a menudo se pasa
irremediablemente al inglés. Es un buen comienzo y una buena señal.
A eso de las doce estamos pensando en
festejar el resultado con una comida en familia; descendientes de Aurillac contra
allegados rusos. Necesitamos un buen lugar para seis, Louis no ve posible su
presencia. Le gustaría pero no está en condiciones. Acordamos en ir a visitarle
después del café, de nuestro” café, él no está para esos excitantes.
Annette es la que propone el lugar.
Ni muy caro ni muy barato. Bonito y comida casera exquisita.
Se puede decir que hemos terminado
con Lyon en la mitad del tiempo estipulado. No está mal. Tenemos el vuelo de regreso para mañana al atardecer y no
tenemos claro qué hacer; no veníamos de vacaciones ni tenemos otra cuestión que
la Logia en mente. Podemos cambiar el vuelo a hoy, total no supone gasto, el
billete está comprado con ésta posibilidad.
-Pues sí, tenemos tiempo de sobra para comer, despedirnos de Louis,
recoger los trastos e ir al aeropuerto.
-¿Quién coño ha dicho eso? -. No lo he identificado.
Voy mirando a todos y cada uno a la
cara para intentar poner un rostro a lo que acabo de oír. Me doy cuenta de que
se han dado cuenta de lo que estoy pensando pero educadamente lo han dejado
pasar.
Al final me quedo con una persona que
me está mirando, y sonriendo. ¡Es Annette!
-Perdona la intromisión. Quería presentarme.
-¡Sé bienvenida! -. Los demás miran de reojo y sonríen. Uno nuevo en el
club.
-Y en la familia -. Apunta Tanya.
-Tengo mucho que aprender. Gracias también por el recibimiento de los
demás, me doy cuenta de que estáis ahí.
-¿Os parece que hablemos en convencional? Más que nada porque nos van a
mirar como a extraterrestres; no somos sordomudos porque tampoco hablamos por
señas, pero nos estamos riendo, gesticulamos y actuamos como si estuviéramos
hablando -. Se dan cuenta y asienten.
-Un momento Annette, ¿Has dicho tenemos? -. Le dice su madre.
-Sí. En un par de horas puedo preparar el material para trabajar desde
allá, desde casa de Héctor y Tanya. No necesito estar aquí de modo permanente,
puedo venir cada dos semanas, eso ya lo programaré más detalladamente.
-¡Y los billetes para hoy? -. Dice su madre, aunque el fondo de la
pregunta seguro que será otro.
-Ya he hablado con Ivette, ya la conoces, mi amiga, la que trabaja en la
agencia de viajes. Ha conseguido un billete de ida y vuelta a un precio tirado,
de los de última hora. Eso está enfocado. Puede que mañana tenga la misma
oportunidad pero la de hoy es real, y el precio es una ganga.
-¿Y el alojamiento allí? ¿Y el equipaje?
-Ya lo he dicho antes, voy a casa de Héctor y Tanya. Llevo lo justo y
volveré a por más en unos días. Por eso no te preocupes, la que va soy yo.
-Con ellos vive ya Víktor.
-Sí. También.
-Y. ¿Entonces?
-Pues entonces es lo que estás imaginando. ¡Joder mamá! Me voy con él y
ya veremos lo que pasa. ¿A los veinticinco años me vas a encerrar en casa?
-No, no. Es que ha sido una sorpresa. –Comienza a bajar el pistón de
ansiedad- No me lo esperaba, así, tan de sopetón. Perdona, me he puesto muy
nerviosa.
-Bueno, ya ha pasado el momento crítico que todos esperábamos con
intriga -. Digo para volver a la realidad, a una comida de conmemoración de la
batalla cuyo nombre no hemos aún decidido.
El momento difícil para Annette con
su madre ha pasado. Yo no estaba seguro de cómo iba a reaccionar Dominique,
algo protectora. Ha reaccionado bien. Hemos tenido suerte. Me lo esperaba
porque les había oído tratar sobre esto, ahora que Víktor es capaz de hablar
con ella con tranquilidad. ¡Vaya momentos que pasó ayer!
-Oye Annette. ¿Puedes enterarte de si -. Y me corta a media frase.
-Sí. Es posible cambiar vuestros billetes para hoy. Hay plazas libres,
lo he consultado también. Si me facilitáis el código del billete se lo envío a
Ivette y lo hace -. Me estaba leyendo.
-¿Qué opináis los demás? ¿Algo de turismo o nos vamos ya?
Dominique y Louise no opinan, claro,
y además tienen trabajo. Miro a Tanya y la decisión es clara. Nos vamos. Ya
haremos turismo en otra ocasión.
Annette hace una llamada, facilita
los códigos y cuelga el teléfono. Nos mira, sonríe y comunica “están en ello”.
A los cinco minutos recibe la
llamada, de cinco segundos. No sé qué ha podido escuchar en ese tiempo, vaya
rapidez. Hola, gracias y adiós.
-A las seis en el aeropuerto. El vuelo es a las siete.
Terminamos la comida, nos despedimos
de las hermanas porque tienen la tarde ocupada y nos vamos a casa a por el
equipaje. De paso a casa, Annette pasa por la oficina de la empresa para la que
trabaja para organizar los temas que tiene pendientes y planificar su próximo
mes.
Luego en casa prepara lo justo.
-Total, vuelvo en diez días; llevaré entonces lo demás.
Mientras esperamos, poco, me dedico a
poner por escrito las cuestiones que tengo pendientes, temas a enfocar,
relacionados con el conectivismo y las logias. Estoy esbozando mis ideas e
impresiones para presentárselas a Vasili, en éste momento nuestro líder (y mi suegro).
No es el superior en jerarquía pero
es que eso no es real. Es el mejor conectante, con diferencia, y tiene la mejor
cabeza pensante del conjunto pero sucede que no le gusta figurar, no se siente
cómodo con ese papel, con esa imagen.
Esto siempre ha sido así, es un currante
nato, un peón. No se defiende en la popularidad. Es sencillo, más que tímido.
Ni trajes ni medallas ni reconocimientos populares. Unas palabras de su jefe y
a seguir trabajando. El auténtico anti-trepa.
He esbozado algunas normas internas,
de mínimos; cuestiones a considerar para la acogida de los nuevos “hermanos”.
Temas de estructura organizativa, legal, imagen a presentar ante la sociedad.
Cuestiones de futuro, a medio plazo.
A las cinco y media salimos a
despedirnos de Louis, unos minutos con besos y abrazos y a la calle. Para las
seis estamos en el aeropuerto, estábamos cerca.
Me voy con la sensación de haberlo
dejado terminado y en buenas manos. Me voy tranquilo, ya era hora de cerrar el
tema de Lyon, a la tercera la vencida.
Entregamos el coche, damos una
revisión por si esta vez se encuentran los “mirones” del aeropuerto, que no
están, pasamos a la ventanilla de facturación y cuando vamos a pasar hacia el
embarque aparece Dominique. Le quiere dar dos beses de despedida a su hija. No
se ha podido reprimir. Besos y lágrimas de madre que suelta a su hija en manos
de un desconocido.
-Hasta pronto suegra. La cuidaremos bien. Está en buenas manos.
Dominique se vuelve hacia Víktor y le
da dos besos. Le cae bien el ruso. No lo conoce pero le ha causado buena
impresión y si ha convencido a Annette es muy, pero que muy buena señal.
El avión sale con un ligero retraso,
quizá esperando posibles viajeros de última hora. Es que hay bastantes plazas
libres y eso es importante, le economía no está para muchas alegrías.
A las nueve nos recoge Beñat en
Bayona, nuestro chofer de hoy. Se ha prestado voluntario porque quiere
aprovechar para estar conmigo y tratar del plan formativo de Olatz. Está muy
intrigado con lo que puede suponer. Si le va a condicionar en algo. Quiere que
esté preparada para cualquier cosa que en ese campo le pueda suceder; visto lo
del secuestro se espera un futuro muy negro. No se trata de que avance en el
tema conectivo, lo importante es prepararse para lo que sea. Le entiendo perfectamente,
la frase es “Si vis pacem, para bellum”.
Pasadas las diez nos deja ante el
portal de casa, en Ore. Ahora seremos cuatro.
Sábado siete de julio, San Fermín.
Estamos invitados a comer en Donostia, cocinan los hermanos Yurchenko-Vodianov.
Somos nueve, se han apuntado Kixkur y Zuriñe.
No va a haber sorpresas al sentarse a
la mesa, hemos pasado por casa a eso de las once a dejar a Tanya y Víktor, así
que sabemos lo que nos espera.
Los demás, los no rusos, estamos de
sobra y nos proponen que vayamos a dar una vuelta “Hale, iros a paseo”.
Yo me he confundido de ropa, creía
que venía buen tiempo, le tocaba mejorar y me he arriesgado a venir con unas
zapatillas incompatibles con el agua, tiene muy poca suela así que no debo
pisar ningún charco. Hacía sol pero ha desaparecido en un momento y las nubes
amenazan. Está de paraguas y zapato con suela gruesa. No sé en qué habré estado
pensando, en fin, en esto del tiempo nunca se acierta.
Conforme nos estamos preparando para
salir me doy cuenta de que Irina está preparando a Olatz para el paseo, pero no
se ponen de acuerdo. Me quedo escuchando la conversación al otro lado de la
puerta, apartado porque está entreabierta.
-Amá, quiero ir con Katiuskas.
-Olatz, por favor. Eso se lleva en invierno y ahora estamos en verano,
ahora llevarás éstos zapatos que además tanto te gustan. ¿Los elegiste tú, te
acuerdas?
-Pero el tío Héctor piensa, dice que para el agua es mejor otra cosa, y
para eso son las Katiuskas ¿No?
-¿A ti cuándo te ha dicho eso el tío Héctor?
-Antes. La otra vez.
-Pues ahora te pones esto. Lo que haga o diga Héctor es cosa suya. Tú
haces lo que te diga yo.
Me doy cuenta de que Olatz ha
utilizado mi argumento de hace un rato, lo que me ha oído pensar. Al contárselo
a Irina se ha dado cuenta de que se estaba delatando y lo ha corregido a
tiempo. Para la edad que tiene ha actuado como una persona mayor, no la han
descubierto. Primero se ha dado cuenta de que metía la pata, no debe dejar
escapar estas cuestiones ante los demás, y de momento su madre es una de ellas.
Segundo, ha reaccionado muy a tiempo. Y tercero, lo ha conseguido arreglar de
un modo perfecto. Irina no ha sospechado nada.
Esto me lleva a dos conclusiones.
Una, va a ser muy fácil su formación, lo hace ya de forma instintiva. Dos, se
lo tenemos que decir a Irina ya, pero ya de hoy.
Lo consulto con Tanya, quien está de
acuerdo. Luego voy donde Beñat quien piensa igual, el dilema es quién se lo
dice.
-Lo haré yo. Creo que soy el más indicado. Los demás sois familia y
mejor que se lo plantee uno de fuera, su reacción no va a ser tan
descontrolada, con vosotros, debido a la confianza, puede salir por cualquier
parte. Conmigo se controlará y podré dirigirla mejor. Decidido.
Cuando estamos saliendo de casa, como
si fuera un asunto sin importancia, le pregunto si la puedo secuestrar dos
minutos. “Los alcanzaré en la calle”. Tiene que ser ahora Irina, termino
enseguida. Me imagino lo que se imagina, algo mío para con Tanya o la
convivencia con Víktor y Annette. Entro en casa y pasamos a la sala, Tanya y
Víktor escuchan desde la cocina. Pero no me gustan estas escuchas y prefiero
defender la intimidad de Irina.
-Tenemos tiempo de sobra Héctor. Lo de aquí lo tenemos controlado.
-Entonces mejor nos vamos a la calle y nos refugiamos en un café, sin
testigos, porque esos dos de la cocina no hace falta que nos “oigan”.
Ella lo entiende a la perfección, ha
convivido con esas cuestiones desde hace tiempo, ahora le aparecen de nuevo. Lo
tenía casi olvidado. Salimos a la calle y entramos en una pastelería, en la
misma manzana de casa. Yo quito la conexión y estamos ya a cubierto de mirones.
-No sé cómo comenzar. El tema es delicado. No se trata de Tanya y yo, o
de nuestros nuevos inquilinos. Es un tema de nosotros los conectivos contigo.
-Ya sé que el tema conectivo es algo que no llevo bien pero no creo
haberos creado problemas. De niña lo llevé mal, quizá fueron celos para con mi
padre y Tanya, no sé, pero ahora lo entiendo y os respeto. Tú dirás en qué os
he podido importunar.
-No, no. No se trata de algo que hayas hecho tú. Todo lo contrario, es
algo que hemos hecho nosotros, no nos hemos portado bien contigo. Desde éste
momento te pido perdón. No hemos sido sinceros contigo Irina.
-No entiendo lo que me quieres decir. ¿Qué sucede?
-Te lo voy a decir sin rodeos, pero te pido que esperes un poco antes de
hablar, déjame explicártelo de un tirón. ¿Me lo prometes?
-Sí. Desde luego. Pero empieza ya que estoy poniéndome nerviosa con
tanto misterio.
-Tu hija, Olatz, es conectiva.
Irina se queda paralizada, como una
estatua de piedra, durante unos segundos. No reacciona físicamente pero seguro
que sus neuronas se están comportando como si fueran coches en un circuito de
Fórmula-1, y además se chocan. Le dejo un poco de tiempo hasta que veo que
reacciona y antes de que vaya a ponerse a hablar intervengo. No le debo dejar
hablar.
-No sabíamos cuándo decírtelo porque es reciente, relativamente
reciente, y lo antes posible ha sido ahora. Cuando nos dimos cuenta no era el
momento más adecuado; había cuestiones mucho más importantes entonces. Ahora,
hoy, es la primera oportunidad, después de la tormenta.
-¿Quién más lo sabe?
-Nosotros los conectivos. Y Beñat.
-¡Joder, Beñat!
-A Beñat se lo dije yo y le pedimos que no te lo dijera aún. Le pedimos
que mantuviera el secreto unos días. Lo necesitábamos. Luego, cuando te lo
explique lo entenderás.
-¿Desde cuándo lo sabes?
-Desde que estuvo tu padre en casa, un día en el coincidimos los tres,
Olatz él y yo. Los oí charlar en conectivo, así, como si nada, dos conocidos de
toda la vida.
-¡Viejo cabrón! ¿Por qué no me lo dijo?
-De cabrón nada, creo, ten en cuenta de que es su abuelo y Olatz lo
podía llevar en sus genes, él solo hizo un intento para averiguar si era conectiva,
como lo debió hacer contigo en su tiempo. Si Olatz no hubiera sido conectiva
hubiera sido peor, luego te lo explico, si me dejas Irina.
-Bueno, no sé si podré, voy a intentar tener algo de paciencia pero es
que estoy a cien.
-Vasili fue el primero que lo intentó, por curiosidad. Estuve presente
casi desde el primer momento, presente pero escondido, hasta que se dieron
cuenta. Fue una conversación tranquila, lo que pueden hablar una cría que justo
pasa de los dos años con su abuelo. En cuanto entré en la conversación Vasili
se encontró un tanto turbado, no se lo esperaba, y terminamos la conversación
en un tono agradable, pasando al convencional para terminar. Vasili le explicó
que de éste modo tan solo podría hablar con unos pocos, como por ejemplo sus
tíos Héctor y Tanya. Con sus padres no era posible. “Ellos no hablan así”. Ten
en cuenta de que los niños no necesitan demasiados razonamientos, se lo dices y
muchas veces lo aceptan tal cual. Lo de razonar en serio llega a otras edades.
-¿Y ya está? Eso no puede ser todo. Demasiado misterio para solo esto,
aunque reconozco que es muy importante.
-No, evidentemente hay más. Cuando la secuestraron la localicé porque
pudimos conectar mientras se la llevaban. Fue lo que nos ayudó a localizarla,
gracias a la conexión. Mientras tanto estuvo bastante tranquila, no estaba
sola, estaba con el tío Héctor.
-¿Y qué pasará ahora?
-Nada. Le ayudaremos a que lo mantenga en secreto, tal como Vasili hizo
con Tanya y Víktor y le iremos enseñando técnicas para que se proteja y esconda
de los demás conectivos y otras actuaciones de defensa, siempre en función de
la edad y de sus capacidades conectivas. Nada que le suponga mucho tiempo ni
que le interfiera en los estudios. De hecho a tus hermanos no creo que les haya
afectado. Además, tus hermanos conectivos tienen experiencia en ello.
Recibieron esa formación de Vasili, desde críos.
-¿Sabes una cosa? Siempre he tenido esa pregunta en la mente. ¿Y si mi
hija fuera conectiva? Yo no quería que lo fuera pero era una posibilidad.
-Pues es así y no lo podemos evitar. De momento tenéis suerte porque
parece que no le molesta; creo que lo ha asumido con naturalidad y eso es muy
importante
-Sí. Entiendo que debe ser una putada el tener algo que no te gusta, o
no quieres, como ser manco o enano. En este caso es un “don” especial que puede
convertirse en carga o problema si no te preparas para ello.
Podía haber sido peor. Creo que,
hasta cierto punto, estaba preparada para la noticia. Final Feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario